miércoles, 9 de diciembre de 2009

¿Qué es el sistema inmunológico?


El sistema inmunológico es la defensa natural del cuerpo contra las infecciones, como las bacterias y los virus. A través de una reacción bien organizada, su cuerpo ataca y destruye los organismos infecciosos que lo invaden. Estos cuerpos extraños se llaman antígenos.
La inflamación es la respuesta del sistema inmunológico a los antígenos. Como respuesta a la infección o la lesión, diversas clases de glóbulos blancos se transportan por el torrente sanguíneo hasta el lugar de la infección y solicitan más glóbulos blancos. Cuando la amenaza desaparece, la inflamación cede. Por ejemplo, cuando una persona se corta o tiene gripe, la inflamación se usa para matar la bacteria o el virus que invade el cuerpo.
En las personas que gozan de buena salud, el sistema inmunológico puede distinguir entre los tejidos propios del cuerpo y los extraños que lo invaden, tales como virus y bacterias. En algunos tipos de artritis, como la artritis reumatoidea, el sistema inmunológico no funciona correctamente. Cuando esto ocurre, el sistema inmunológico:
No identifica la diferencia entre los tejidos propios del cuerpo y los agentes que lo invaden tales como las bacterias y los virus.
Produce, por error, inflamación en contra de tejidos o partes del cuerpo normales, tales como las articulaciones, como si éstos fueran agentes extraños que lo invaden.
Se desconocen las razones por las que el sistema inmunológico no funciona correctamente.
Las enfermedades que se desarrollan cuando el sistema inmunológico no funciona correctamente se denominan enfermedades autoinmunes.

¿Cuáles son los trastornos del sistema inmunológico?

Si el sistema inmunológico no funciona adecuadamente, se pueden presentar distintas enfermedades. Las alergias y la hipersensibilidad a determinadas sustancias se consideran trastornos del sistema inmunológico. Además, el sistema inmunológico desempeña un papel importante en el proceso de rechazo de tejidos u órganos trasplantados. Entre algunos de los ejemplos de trastornos inmunológicos se incluyen los siguientes:
Las enfermedades auto-inmunológicas como por ejemplo, la diabetes juvenil, la artritis reumatoide y la anemia.
Las enfermedades de inmunodeficiencia como por ejemplo, el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA, su sigla en inglés es AIDS) y la inmunodeficiencia combinada severa (ICS, su sigla en inglés es SCID).

¿Cómo combaten las infecciones los linfocitos?

A pesar de que cada tipo de linfocito combate las infecciones de una forma diferente, el objetivo de estos es el mismo: proteger al cuerpo. Las células "B" producen anticuerpos específicos contra microorganismos infecciosos, mientras que las células "T" destruyen los microorganismos infecciosos por medio de la eliminación de las células del cuerpo que están afectadas. Además, las células "T" liberan químicos llamados citocinas.
Otros tipos de glóbulos blancos como por ejemplo, los fagocitos (que se tragan las células) y las células asesinas por naturaleza (células citotóxicas), en realidad destruyen al microorganismo infeccioso.

¿Cómo están formados los linfocitos?

Los precursores de todas las células sanguíneas, incluso las células inmunológicas como los linfocitos, se producen en la médula ósea. Algunas de estas células formarán parte del grupo de linfocitos, mientras que otras lo serán de otro tipo de células inmunológicas conocidas como fagocitos. Algunos linfocitos, tras su proceso de formación, continuarán su proceso de maduración en la médula ósea y se transformarán en células "B". Otros, terminarán su proceso de maduración en el timo y se transformarán en células "T". Las células "B" y "T" son los dos grupos principales de linfocitos que reconocen y atacan a los microorganismos infecciosos.
Una vez que alcanzaron su madurez, algunos linfocitos habitarán en los órganos linfoides y otros viajarán continuamente por el cuerpo a través de los vasos linfáticos y el torrente sanguíneo.